Ciencia y Religión en la filosofía

Ciencia y religión en la filosofía
Seguramente ya has escuchado que la fe y la razón se contraponen, que el dogmatismo y escepticismo radical hacen que no haya progreso en la humanidad. Aunque ambas se preocupan por el hombre, lo ven de diferentes ángulos que no tienen nada que ver y la filosofía está en medio de estas dos vertientes: la fe y la razón.

La filosofía tiene una visión totalizadora, a diferencia de la religión y la ciencia, le importa lo que sucede en el ahora, es decir, la realidad que se está viviendo y aunque se interesa por todo no repara en los detalles.



Ciencia y religión comparación

La relación entre las disciplinas mencionadas es más que una lucha de superación histórica, tiene que ver la cultura y el fin que se busca. En el siguiente cuadro se ve la comparación entre ambas.

Ciencia y religión cuadro comparativo
Cabe destacar que la lucha que se da entre estas dos disciplinas a lo largo de la historia no tiene que ver con el sentido puro de cada una, la deformación de ambas es cuando se adopta un fanatismo extremo y una necedad de trabajar en conjunto.

De esta manera, nos podemos dar cuenta que son diferentes sus objetivos por ejemplo, no podemos buscar una oración o una plegaria en un libro de medicina o armar una computadora con la Biblia o el Corán, dado que cada uno de ellos tiene un propósito distinto.
Cienvia y religión

Ahora bien, las similitudes con la filosofía dependen también de sus características, con la ciencia comparte las preguntas y las dudas, así como su incansable trabajo por encontrar la verdad y su racionamiento, mientras que con la religión coincide con su visión totalizadora de alcanzar todo para explicar la realidad.

En conclusión, la filosofía no es algo distante a nosotros porque es el hecho de cuestionarse, asombrarse, dudar y reconocer hasta lo más simple. Lo anterior se debe a que los hombres estamos predispuestos naturalmente a la reflexión, como consecuencia del deseo innato por conocer y explicar el mundo, utilizando las capacidades racionales que nos llevan al fin del ser humano: ser feliz.