Se entiende como helenismo todo el conocimiento filosófico creado a partir de la muerte de Alejandro Magno (323 a. de C.) hasta la conquista romana (148 a. de C.). Esta etapa estuvo marcada por una fusión entre la cultura oriental y occidental, en donde la ciudad de Alejandría sustituye a Atenas como el lugar de mayor desarrollo, tanto en la ciencia como en las artes, y la cultura griega llega a regiones como Siria, Egipto y Babilonia.

Los filósofos helenísticos se centraron principalmente en estudiar la ética (normas de conducta para la convivencia), la imperturbabilidad (inalteración del ánimo) y la búsqueda personal de la felicidad. Los pensadores más destacados en esta etapa fueron Plotino, Cicerón, Zenón, Diógenes y Epicuro, quienes crearon sus propias teorías, las cuales se muestran en la siguiente tabla:





Una vez analizadas las teorías más importantes del helenismo, cabe señalar que este período fue decayendo a medida en que el cristianismo se extendía. Sin embargo, el espíritu griego que sirvió de base para el conocimiento helenístico resurgiría doce siglos después en el Renacimiento.